Quiero empezar mi blog, haciendo mención a nuestra Ley 22/1973, de 21 de julio, de Minas «BOE» núm. 176, de 24 de julio de 1973, que hace unos días ha cumplido 50 años, ni más menos. Una Ley de la que aprendimos muchos y otros aun seguirán aprendiendo. Una Ley que sigue en vigor, con algunas modificaciones, que algunos tachan de anticonstitucional, porque es anterior a la Constitución Española, pero nada tiene que ver ese significado, anticonstitucional, en ella, se describe las figuras que representa a nuestra minería, una Ley que tiene por objeto establecer el régimen jurídico de la investigación y aprovechamiento de los yacimientos minerales y demás recursos geológicos, cualesquiera que fueren su origen y estado físico. Una buena Ley, que habrá que retocarla atendiendo a los nuevos tiempos, pero que debe conservar su esencia.
La Minería, aún mucho, mucho más antigua que nuestra Ley, se remonta a varios siglos A.C., en el período neolítico, ya existían poblados donde se desarrollaban actividad minera e industrial. Ha sido tan importarte la extracción de metales que hasta hablamos de la Edad del Cobre, La Edad del Bronce o la Edad del Hierro.
Nuestra Faja Pirítica, que se sitúa en nuestra provincia de Huelva, y ocupa territorios de Sevilla y Portugal, es uno de los distritos mineros más antiguos del mundo, y que en nuestros días sigue siendo una fuente de extracción de metales tan necesario para nuestra civilización actual.
Para los que aún creen que los mineros siguen picando piedras en el interior de unas minas antiguas y obsoletas, decirles, que nada más lejos de la realidad, que contamos con una tecnología innovadora y que muchos sectores en nuestro país, envidiarían. Aunamos todos los esfuerzos para gestionar de una manera sostenible, la extracción, el medio ambiente, la seguridad y los entornos sociales, y crear una actividad que cumpla con los estándares que nos exige la sociedad en la que vivimos.
Y os pregunto ¿Qué sería del mundo en el que vivimos sin minería?